Los crímenes de la dictadura perfecta. Tengo memoria, no al PRI (segunda parte)
A continuación se presenta un recuento limitado de asesinatos y desapariciones
forzadas cometidos por los gobiernos federales y locales del PRI entre 1962 y
el 2006, los cuales quedaron en la absoluta impunidad.
1. Masacre de la familia Jaramillo, el 23 de
mayo de 1962. Fueron asesinados Rubén Jaramillo, su mujer embarazada y tres de
sus hijastros. Responsables intelectuales y materiales: El presidente Adolfo
López Mateos y el ejército mexicano.
2. Matanzas de activistas y campesinos en
Guerrero entre 1961 y 1967, con un saldo aproximado de 150 víctimas fatales.
Responsables: Los presidentes Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz,
diversas corporaciones policiacas estatales y los gobernadores Raúl Caballero
Aburto, Arturo Martínez Adame y Raymundo Abarca Alarcón.
3. Masacre de civiles 2 de
octubre de 1968 en Tlatelolco. Entre 150 y 400 muertos estimados. Responsables:
El presidente Gustavo Díaz Ordaz y el ejército mexicano.
4. Masacre de estudiantes el 10 de junio de
1971 en San Cosme, DF, conocida como el “halconazo”, con un saldo aproximado de
setenta muertos. Responsables: El presidente Luis Echeverría Álvarez y el grupo
paramilitar entrenado por el ejército mexicano, conocido como los “Halcones”.
5. Guerra sucia: Nombre genérico con el que
se designa al conjunto de masacres, ejecuciones, desapariciones, torturas y
juicios irregulares con los que los gobiernos priístas combatieron a las
organizaciones guerrilleras socialistas entre 1965 y 1982. Se calcula que hubo
más de 3 mil muertos y desaparecidos, 1500 presos políticos y más de 8 mil
personas torturadas. Responsables: Los presidentes Gustavo Díaz Ordaz, Luis
Echeverría y José López Portillo, el ejército mexicano y diversas corporaciones
policiacas y paramilitares estatales y federales.
6. La matanza del Río Tula:
Se trata de la tortura y asesinato de doce asaltabancos y narcotraficantes
colombianos encontrados en estado de descomposición el 14 de enero de 1981, en el
sistema de drenaje de San José Acoculco, Hidalgo. Responsables: Arturo Durazo y
Francisco Sahagún Baca de la Dirección General de Policía y Tránsito del
DF, presidente José López Portillo.
7. Asesinato sistemático de perredistas: Se
estima que en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) fueron
asesinados más de 600 militantes del PRD. Responsables: el presidente Carlos
Salinas de Gortari, algunas corporaciones policiacas y militares, así como
caciques y militantes priístas.
8. Matanza de 17 campesinos de la
Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) en Aguas Blancas, Guerrero,
el 28 de junio de 1995. Responsable: el gobernador Rubén Figueroa Alcocer y
corporaciones policíacas de Guerrero.
9. Guerra de baja intensidad
contra las comunidades autónomas pertenecientes al Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN) de 1994 a la fecha, con un saldo aún no cuantificado
de muertos y desaparecidos. Las acciones contrainsurgentes incluyen la matanza
de bases de apoyo zapatistas en El Bosque (municipio autónomo San Juan de la
Libertad), Chiapas, el 1998, en la que perecieron ocho civiles. Responsables:
Ejército mexicano, corporaciones policiacas del estado, los gobiernos priístas
de Eduardo Robledo Rincón, Julio César Ruiz Ferro y Roberto Albores Guillén,
así como los perredistas de Pablo Salazar Mendiguchía y Juan Sabines Guerrero,
y los presidentes Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo del PRI y Vicente
Fox y Felipe Calderón del PAN.
10. Matanza de Acteal,
Chiapas, por la que perecieron 45 indígenas, en su mayoría mujeres y niños
pertenecientes a la organización civil y pacífica Las Abejas, el 22 de
diciembre de 1997. Responsable: Grupos paramilitares creados por el gobierno
del estado a cargo de Julio César Ruiz Ferro, protegidos por el ejército
comandado por el presidente Ernesto Zedillo.
11. Guerra de baja
intensidad en los estados de Guerrero y Oaxaca contra el Ejército Popular
Revolucionario (EPR) a partir de 1996, con un saldo hasta ahora no
contabilizado de operativos contrainsurgentes en comunidades campesinas
serranas y un número desconocido de víctimas. Entre estos episodios destacan
las acciones desplegadas en la región de los Loxichas, con alrededor de 250
campesinos presos y torturados, y otros hechos indirectamente vinculados con la
presencia guerrillera en Oaxaca, como la masacre de Agua Fría, donde un grupo
paramilitar mató a 26 campesinos el 31 de mayo del 2006. Responsables:
corporaciones militares y policiacas federales y estatales, los gobiernos de
Rubén Figueroa, Ángel Aguirre, René Juárez y Zeferino Torreblanca en Guerrero y
de Diódoro Carrasco, José Murat y Ulises Ruiz en Oaxaca y los presidentes
Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón.
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12. Guerra de baja intensidad en Guerrero
contra el Ejército Revolucionario Insurgente del Pueblo (ERPI) a partir de
1998, la cual ha implicado un número desconocido de bajas entre la población
civil. El caso más conocido es el de la Masacre de “El Charco”, Guerrero, el 7
de junio de 1998, en la que fueron asesinados once campesinos. Responsable:
Ejército mexicano, el gobierno del entonces priísta Ángel Aguirre y el
presidente Ernesto Zedillo.
13. Operativo policiaco en Atenco, Estado de
México, el 3 y 4 de mayo, por el que 2 jóvenes fueron asesinados, 207 civiles y
activistas pacíficos fueron encarcelados, decenas resultaron heridos y 26
mujeres fueron violadas por las fuerzas de seguridad, además de que hubo
allanamientos de morada, torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes
contra los pobladores por parte de los tres mil policías que intervinieron.
Responsables: el gobernador Enrique Peña Nieto, corporaciones policiales del
Estado de México, la Policía Federal Preventiva (PFP) y el presidente Vicente
Fox.
14. Represión contra la Asamblea Popular de
los Pueblos de Oaxaca (de julio a diciembre del 2006), con 26 muertos, decenas
de heridos y más de 200 presos torturados. Responsables: Gobernador Ulises
Ruiz, corporaciones policiacas y militares, la PFP y el presidente
Vicente Fox.
15. El conflicto triqui en
San Juan Copala, Oaxaca, que data por lo menos desde 1948 a la fecha, y que ha
provocado un número aún no cuantificado de muertos y desaparecidos. Este
problema ha sido fomentado desde el gobierno local, con la creación en 1994 del
grupo paramilitar Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT), de
filiación priísta y protegido por las corporaciones policíacas y militares del
estado. Responsables: los gobernadores Diódoro Carrasco, José Murat y Ulises
Ruiz, apoyados por los presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe
Calderón.
16. A todos estos episodios
habría que sumar los casos aislados de luchadores sociales ejecutados por las
fuerzas de seguridad que han quedado en la impunidad, así como los de civiles
asesinados y elevados al rango de “daños colaterales”, cuyos nombres ocuparían
páginas enteras.
17. No se pueden pasar por
alto tampoco las ejecuciones internas de militantes priístas por conflictos de
intereses. Tales serían los casos del candidato presidencial Luis Donaldo
Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, asesinados en 1994, y el misterio sin resolver
de la muerte de Manuel Muñoz Rocha, por citar algunos.
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